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Posteado por : Unknown
lunes, 4 de diciembre de 2017
ONCOCERCOSIS
La oncocercosis es una
parasitosis del hombre causada por Onchocerca
volvulus, un nematodo de la familia Filarioidea, es decir, una
filaria, que afecta la piel y ojos, llegando a producir ceguera. El parásito es
transmitido por varias especies de insectos hematófagos del género Simulium en amplias zonas
subtropicales del África occidental, en el Yemen, y en áreas endémicas de
Sudamérica y México.
Morfología:
Adultos: la hembra mide 45 - 65 cm x 0.27
- 0.4 mm, y el macho, mucho más pequeño, mide 5 cm x 0.13 - 0.20 mm; ambos
presentan estriaciones cuticulares transversas en casi todo el cuerpo. Las
hembras viven en promedio 12 - 15 años, y su vida reproductiva es de unos 9 -
11 años.
La hembra es ovovivípara, libera embriones
móviles y activos, microfilarias (Mf) en lugar de huevos. De las 1,500 Mf
liberadas diariamente por cada hembra, algunas continúan el ciclo de vida al
ser ingeridas por un simúlido hembra y una gran parte es eliminada por
fagocitosis. Los adultos viven en nódulos fibrosos u oncocercomas subcutáneos,
aunque algunos se adhieren al periostio, oquedades óseas y, excepcionalmente,
en otros órganos.
En México, los nódulos se localizan habitualmente en cabeza y tronco, con más de un gusano en su interior; en África es más común su localización en la cintura pélvica.
En México, los nódulos se localizan habitualmente en cabeza y tronco, con más de un gusano en su interior; en África es más común su localización en la cintura pélvica.
Microfilarias: Miden de 150 a 370 µm por 5
a 9 µm; carecen de poro excretor, vaina (restos de la cubierta del huevo) y
núcleos caudales. Después de salir del útero materno, las Mf atraviesan el
nódulo y llegan a los tejidos dérmicos, donde se desplazan con movimientos
reptantes y se auxilian con secreciones líticas. Se estima que la permanencia
de las Mf en la piel del humano es de 18 a 20 meses.
Ciclo de vida:
El simúlido hembra se alimenta de sangre;
el insecto lacera la piel con su aparato bucal y succiona Mf de un hospedero
infectado. Las Mf migran de intestino medio a hemocele y músculos torácicos del
vector, y después de tres mudas (cambios de cutícula), alcanzan los estadios de
L1, L2 (formas en salchicha) y larva 3 (L3). Esto ocurre en el transcurso de 9
- 14 días. Las L3 se desplazan a la cavidad bucal del simúlido (no a glándulas
salivales) y cuando el insecto se vuelve a alimentar, deposita en la piel
lacerada larvas L3 infectantes con secreciones bucales. En el
hospedero humano, las larvas migran y maduran a L4, L5 y adulto; después de
unos 10 - 12 meses es posible detectar las Mf en la piel.
La
transmisión ocurre entre los 600 - 1 300 metros sobre el nivel del mar, durante
el final de la época de lluvias y principio de la de secas (septiembre - enero)
y se lleva a cabo principalmente en el campo, cerca de los criaderos de las
moscas, aunque también ocurre en el interior de las habitaciones humanas. La
máxima densidad de simúlidos se aprecia entre las 6 y las 9 de la mañana, con
otro pico antes de la puesta del sol.
Signos y síntomas:
La oncocercosis cutánea resulta de una
serie de mecanismos originados por el desplazamiento tisular de las Mf y de las
secuelas resultantes de reacciones inflamatorias. Los primeros signos y
síntomas de la oncocercosis son cutáneos con irritación, prurito, edema e hipertermia
localizados y de intensidad variable. Hay erupciones papulares y ligeros
cambios en la pigmentación (erisipela de la costa). El prurito se intensifica y
el rascado causa excoriaciones que se infectan secundariamente, hay
hiperpigmentación (mal morado) o despigmentación (piel de leopardo) y también
liquenificación (epidermis engrosada, formas nodulares y descamación). La
migración continúa y prolongada de las Mf y la respuesta inflamatoria que
causan, dan lugar a la pérdida de elasticidad cutánea y explica la fascies
leonina. Puede presentarse engrosamiento de la piel más la pérdida de
elasticidad, lo que se conoce como paquidermitis.
Diagnóstico:
El diagnóstico clínico y epidemiológico se efectúa mediante la
identificación de las lesiones oculares y cutáneas en individuos con residencia
permanente o antecedentes de visitas prolongadas a las áreas endémicas. El
diagnóstico parasitológico confirma la impresión clínica y se realiza mediante
la observación de Mf en biopsias cutáneas o por el examen de la cámara anterior
y posterior del ojo con lámpara de hendidura. La detección por palpación y
posterior disección o digestión artificial con colagenasa de los nódulos
extirpados, permite la identificación de gusanos adultos.
Tratamiento:
Para eliminar a los adultos de O.
volvulus, la extirpación de los nódulos subcutáneos palpables continúa
siendo el procedimiento de elección.
Actualmente, se utiliza la ivermectina, eficaz contra las Mf, en una sola dosis (0.15 mg/kg de peso), con escasas reacciones colaterales.
En algunos países se ha utilizado un esquema mixto, con doxiciclina, para reducir las poblaciones de filarias en los hospederos, aunque esto no se pudo implementar de manera masiva.
Actualmente, se utiliza la ivermectina, eficaz contra las Mf, en una sola dosis (0.15 mg/kg de peso), con escasas reacciones colaterales.
En algunos países se ha utilizado un esquema mixto, con doxiciclina, para reducir las poblaciones de filarias en los hospederos, aunque esto no se pudo implementar de manera masiva.
Prevención:
Para prevenir la oncocercosis y
acabar con la lacra que supone esta enfermedad, sobre todo en su forma de
afectación ocular, se han llevado a cabo diversos programas de
erradicación. El programa
de eliminación de la oncocercosis para las Américas (OEPA) ha
permitido reducir y eliminar múltiples focos de transmisión. Otros programas
son el programa africano (APOC, activo hasta 2025),
el programa de donación
de Mectizan (ivermectina), y el programa de control de oncocercosis (OCP, hasta el 2002).
Consisten en la administración de ivermectina de forma masiva a la población de
las zonas afectadas durante 10-16 años.